La Desert Diamond Arena de Glendale, Arizona; fue testigo este viernes de un combate de poder a poder entre el mexicano Lindolfo Delgado y el estadounidense Clarence Booth dentro de la escala de los superligeros, en el que el nocaut se mantuvo latente durante los ocho episodios.
Delgado Garza, hizo gala de sus avances bajo las órdenes de Robert García en Riverside, California; dominando una contienda de alto grado de dificultad sobre todo por la experiencia del originario de Florida, que suma entre sus víctimas a múltiples pugilistas mexicanos.
Delgado de inmediato buscó conectar con potencia, combinando ataques a las zonas blandas y al rostro de Booth, que trataba de tomar la iniciativa pero se topó en todo momento con los potentes envíos del orgullo de Linares, Nuevo León.
Lindolfo y su equipo ajustaron la estrategia en busca del nocaut, castigando con potencia al norteamericano que recibía combinaciones de tres y hasta cuatro golpes, sin mostrar daño alguno, prueba de su granítica resistencia ante los obuses del noqueador mexicano.
El olímpico en Río 2016, asestó certero derechazo en el octavo y último asalto, para finalmente mandar a la lona a Booth que se levantó para terminar con un combate que resultó trepidante entre dos auténticos buriles.
Tras ocho rondas, los jueces dicataminaron puntuaciones de 80-71, 79-72 y 79-72, todas en favor del mexicano que mejoró su marca a 17-0 con 13 nocauts.